lunes, 11 de junio de 2012

Detrás de mis delirios se esconde un amor que espera paciente y desde hace tiempo ser descubierto; espera a ese alguien especial que sea capas de cruzar el bosque de piedra al que fue confinado por el egoísmo ajeno.
Sabe bien que a aquel que ose aventurarse en ese laberinto retorcido que es mi humor lo espera el dulce tesoro de un corazón dispuesto a renacer todos los días y cambiarle el color a la vida por su compañía.
No espera a un príncipe azul, solo a ese vago y fiel caminante de la vida, lo suficientemente fuerte y vivo como para encaminarlo y enderezarlo de nuevo hacia sus sueños; que lo saque del letargo en el que permanece desde hace ya algún tiempo y que por sobre todas las cosas... Lo ame.