Parecía que iluminabas el aire con cada paso que dabas,
podría jurar que de tu mano caminaba, que el sendero de nuevo se empedraba.
Pero de pronto todo se apagó, y la desesperación invadió mi cuerpo.
Los claros caminos se volvieron laberintos, las rosas solo son espinas;
yacen sobre el suelo, ya muertos, todos mis deseos y esperanzas.
Y si tal vez...? No, ya no hay "tal vez".